jueves, 13 de septiembre de 2018

contenido de la presentación



Linea de tiempo sobre la evolución histórica de la tabla periódica.




Cordial Saludo.

A continuación se encuentra el enlace para acceder a la presentación del Blog, mediante un Avatar creado y personalizado en Voki.com, agradecemos su atención.

Avatar de presentación
diseñado online en www.voki.com


Querido estudiante:

A continuación encontrará el enlace para acceder a un comic sobre el tema principal de este Blog, espero sus aportes sobre el tema.




Comic sobre la tabla periódica
Realizado en linea en www.pixton.com



Apreciado estudiante:

En el siguiente enlace podrás acceder a un video que nos ilustrará mas a fondo sobre las generalidades de la tabla periódica.



Video Generalidades Tabla Periódica
Producción: Martha Verónica Ariza Madrid

jueves, 6 de septiembre de 2018

Una fiesta muy elemental


Todos los elementos, acudieron a dicha fiesta, acudieron desde el más liviano, que es el hidrogeno, hasta uno de los más pesados, el uranio, elementos célebres como el único metal líquido, el mercurio. con sus compañeros del mismo estado, estaba el primer elemento sintético, algunos gases imperceptibles como el oxígeno, nitrógeno e hidrógeno, y otros muy olorosos como el cloro y el flúor. Todos lucían muy bien presentados, ya que era una buena ocasión para conseguir pareja o amistades.

 Los “señores” como el flúor y el cloro,eran de los más activos ya que cuentan con 7 electrones en su última capa energética, por lo tanto gozaban de mejores atributos químicos y físicos que otros elementos, por lo cual así llamaban la atención con mayor facilidad, claro está que hay otros como el cesio, el francio, el rubidio, el sodio que también son activos y que se dejan conquistar rápidamente. Pero como es de costumbre, en cada fiesta hay grupitos aislados, antipáticos, que no hablan con nadie, no saludan, y en esta, no había excepción, pues estos los más conocidos y nombrados como los gases nobles, que no necesitan de nada ni de nadie, puesto que de nacimiento son únicos en cumplir la regla del octeto, es decir, se sienten estables energéticamente al tener 8 electrones en su última orbita.



Al transcurrir la fiesta se empieza a observar elementos entusiasmados por enlazarse con otros, y así formar una familia (una molécula o un agregado atómico). Estas uniones se originan debido a las atracciones y repulsiones de los electrones. El objetivo de un matrimonio químico es similar al social, se realiza para acompañarse y alcanzar una estructura más estable. En la búsqueda de la pareja, la apariencia física, entendida esta como la parte que el átomo deja ver,  el vestido, juega un papel muy importante,  pues en muchos casos hay atracción y amor a primera vista, el vestido del átomo son los electrones de valencia, los cuales son los que participan directamente en el enlace. Además de tales aspectos físicos, cuenta la “personalidad de cada elemento, que en este caso viene siendo, la electronegatividad, la capacidad de atraer electrones en un enlace.



Mediante esta propiedad, definimos si la persona es buena, regular o mala, porque si el valor de la electronegatividad es bajo, podemos deducir que el elemento es bueno, positivo, que tienden a donar sus electrones. En cambio, si el valor es alto el elemento es negativo, por lo tanto, tiende a robar algunos electrones del enlace. Al aumentar la temperatura de la fiesta, ya se comienzan a notar parejas de átomos, detectados por el grupito de criticones, mirones y chismosos, las cuales son vistas por los gases nobles o inertes, que al cumplir la regla del octeto, asumen este rol.

La primera unión que se puede observar, es la formación de la sal común, donde el cloro con un bonito traje de 7 electrones, ¨conquista¨ al sodio, elemento que queda positivo al entrar en contacto con él. que le cede el único electrón de su capa externa para estabilizarse al quedar con 8 electrones en el último nivel, esta unión se le conoce como enlace ionico, en el consiste en una transferencia de electrones desde un átomo con menor a uno con mayor electronegatividad, por eso el cloro atrae al sodio, formando la sal, y así se siguen formando otras uniones del mismo tipo por ejemplo, Kcl.

Continuando la fiesta, se alcanzan a observar como en algunos metales sus átomos se unen entre ellos mismos, formando agregados, en los que cada átomo aporta sus electrones de la capa externa formando así iones positivos; (+), a esta unión se le conoce como enlace metálico.

Otras parejas que se formaron fueron las de los no metales entre ellos mismos o con otros, por ejemplo O2,N2, CO2. Estas uniones son como los matrimonios modernos donde se exige igualdad de condiciones, donde ambos cuentan con una electronegatividad semejante, y los electrones son compartidos por igualdad, de este modo, a este tipo de unión o enlace se le conoce como covalente.

En un matrimonio ideal hay comprensión y ayuda, donde ninguno de los dos se aventaja o se recarga, y a este tipo se le conoce como covalente no polar, donde la electronegatividad de la pareja es semejante. También se puede vivir en muchos noviazgos el dominio de un personas ante la otra, en este caso tendríamos una polarización del mando, uno parcialmente positivo y el otro negativo, por lo que el enlace se llamaría covalente polar.

Como casi siempre en las fiestas, hay un grupo de elementos se dedicaron a tomar alcohol, hasta que lo acabaron todo, por lo que se decidieron unirse parar conseguir dinero y así comprar más trago. En el grupo del H2SO4 todos dieron su cuota, excepto 2 átomos de oxigeno que se hicieron los locos y no colaboraron, vieron la forma de aprovecharse de los demás, a este enlace, se le conoce como  el enlace covalente coordinado, donde hay átomos que aportan sus electrones, pero hay otros que solo están presentes para beneficiarse o dar estabilidad a la molécula.

La fiesta al fin termina, unos salen felices con sus conquistas y enlaces, mientras que otros esperarán ansiosamente otra oportunidad con mejor suerte para poder interactuar o reaccionar y así dejar la soledad.



lunes, 3 de septiembre de 2018

La Tabla Periódica


HISTORIA

Los orígenes de la tabla periódica se remontan al año 1789, cuando Antoine Lavoiser publicó una lista de 33 elementos químicos, agrupándolos en gases, metales, no metales y tierras. Pese a que era muy práctica y todavía funcional en la tabla periódica moderna, fue rechazada debido a que había muchas diferencias tanto en las propiedades físicas como en las químicas.

Los químicos pasaron al siglo siguiente buscando un esquema de clasificación más preciso. Uno de los primeros intentos para agrupar los elementos de propiedades análogas y relacionarlos con los pesos atómicos se debe al químico alemán Johann Wolfgang quien en 1817 puso de manifiesto el notable parecido que existía entre las propiedades de ciertos grupos de tres elementos, con una variación gradual del primero al último, después en el año de 1827 señaló la existencia de otros grupos en los que se observaba la misma relación como el cloro, bromo y yodo etc.

Durante el siglo XIX, los químicos comenzaron a clasificar los elementos conocidos de acuerdo a la similitud de sus propiedades físicas y químicas como:

  • El descubrimiento de los elementos de la tabla periódica.
  • El estudio de las propiedades comunes y la clasificación de los elementos
  • La noción de masa atómica (inicialmente llamada “peso atómico”), y posteriormente en el siglo XX, número atómico.
  • Las relaciones entre la masa atómica y las propiedades periódicas de los elementos y la aparición de nuevos elementos.
En el año 1829, el químico J.W. Döbenreiner organizó un sistema de clasificación de elementos en el que éstos se agrupaban en conjuntos de tres denominados triadas. El químico alemán Leopold Gmelin trabajó con este sistema, y ​​en 1843 identificó diez tríadas, tres grupos de cuatro, y un grupo de cinco.

En 1857 Jean Baptiste Dumas publicó el trabajo que describe las relaciones entre los diversos grupos de metales. Este mismo año el químico alemán August Kekulé observó que el carbono estaba unido a otros cuatro átomos. Para el año 1860 los científicos ya habían descubierto más de 60 elementos diferentes y habían determinado su masa atómica. En el año 1862, el geólogo francés Chancourtois, organizó la “hélice telúrica” colocando los elementos en orden creciente de peso atómico sobre una hélice.

Para el año 1869 el químico ruso Dmitri Ivanovich Mendeléyev desarrolló una tabla periódica de los elementos según el orden creciente de sus masas atómicas, publicando su primera versión en ese mismo año; siendo a quien se le atribuyó la invención de esa tabla.

En 1867 Gustavus Hinrichs (químico danés), publicó un sistema periódico en espiral sobre la base de los espectros, los pesos atómicos y otras similitudes químicas. Para el año 1871 Dmitri Ivanovich y Lothar Meyer propusieron la tabla periódica ordenando los elementos químicos que conocían según su peso atómico creciente, en grupos de siete elementos. Incluso dejaron lugares libres para los elementos que aún no se conocían, a los que llamaron: “Ekaboro ekaaluminio ekasilicio”.

El reconocimiento y la aceptación de la tabla de Mendeléyev fue a partir de dos decisiones tomadas: La primera fue dejar huecos cuando parecía que el elemento correspondiente todavía no había sido descubierto y la segunda decisión fue ignorar el orden sugerido por los pesos atómicos y cambiar los elementos adyacentes, como (telurio y yodo), para clasificarlos mejor en familias químicas.

En 1886 se descubrieron los elementos predichos por Mendeléyev, a los cuales se les llamó: Escandio Galio Germanio. Fue extraordinaria la concordancia entre las propiedades encontradas y las anunciadas. El mundo científico finalmente acepto la tabla periódica propuesta por el químico ruso.

Para el año 1895, Lord Rayleigh informó del descubrimiento de un nuevo elemento gaseoso llamado Argón, que resultaba ser químicamente inerte. Este elemento no encajaba en ninguno de los grupos conocidos de la tabla periódica.

En el año 1898, William Ramsey sugirió que el argón se colocara entre el cloro y el potasio en una familia con el helio, a pesar del hecho de que el peso atómico del argón era mayor que el del potasio. Este grupo fue llamado “grupo cero” debido a la valencia cero de estos elementos. Ramsey predijo con precisión el descubrimiento futuro del neón y sus propiedades.

En el año 1904, se completó la tabla periódica con un nuevo grupo compuesto por gases nobles. Para el año 1911, Ernest Rutherford publicó sus estudios sobre la emisión de partículas alfa por núcleos de átomos pesados que llevaron a la determinación de la carga nuclear. Demostró que la carga nuclear en un núcleo era proporcional al peso atómico del elemento. Ese mismo año también, A. van der Broek propuso que el peso atómico de un elemento era aproximadamente igual a la carga. Esta carga, más tarde llamada número atómico, podría usarse para numerar los elementos dentro de la tabla periódica.

En 1913, Henry Moseley determinó los valores experimentales de la carga nuclear o número atómico de cada elemento, y demostró que el orden de Mendeléyev corresponde efectivamente al que se obtiene de aumentar el número atómico.

Los últimos cambios importantes en la tabla periódica fueron el resultado de los trabajos de Glenn Seaborg a mediados del siglo XX. En 1940 comenzó con el descubrimiento del plutonio y después, el de los elementos transuránicos del 94 al 102. Seaborg, reconfiguró la tabla periódica poniendo la serie de los actínidos debajo de la serie de los lantánidos.

El 30 de diciembre de 2015, la IUPAC reconoció oficialmente los elementos 113, 115, 117, y 118, completando la séptima fila de la tabla periódica. Para el 28 de noviembre del año 2016, se anunciaron los nombres oficiales y los símbolos de los últimos cuatro nuevos elementos aprobados hasta la fecha por la IUPAC (Nh, nihonio; Mc, moscovio; Ts, tenesio; y Og, oganesón), que sustituyen a las designaciones temporales.